No todo puede ser malo. Día 18.

Te aburres tanto que hasta limpias el polvo de los muebles.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 17.

Al repasar colecciones te das cuenta de que las que creías que habías terminado no lo están.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 16.

Puedes ir directo del aperitivo a tu cama.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 15.

Tienes muchos días por delante para adaptarte al inútil cambio de horario.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 14.

Te das cuenta de que trabajar también tiene sus aspectos positivos.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 13.

Te das cuenta de que cocinar puede ser entretenido.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 12.

No es necesario darse crema de protección solar.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 11.

Tienes pasillo que antes te parecía una excentricidad.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 10.

El cielo se ve más azul.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 9.

Ir a la compra es una aventura apocalíptica educada.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 8.

Había varios libros esperando turno de lectura.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 7.

Disfrutas del silencio.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 6.

Tienes ventanas que dan al exterior.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 5.

Te das cuenta de que tu plataforma de televisión no puede llenar tu vida.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 4.

Te alegras de poder pagar una plataforma de televisión.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 3.

Empiezas el día sin que suene un despertador..

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 2.

La dosis de dulce de los domingos se reduce.

Oliverio.

No todo puede ser malo. Día 1.

Puedes ir vestido por casa como quieras.

Oliverio.

Sin disimulos.

Ante la locura del papel de water hubo gente que tenía muy claras sus prioridades.

La barra de pan nunca se sintió más sola.

Ellos sabían algo que nosotros no.

Cuando iba camino del trabajo me encontré un cartel que nunca había visto. "Cerrado por vacaciones" ¿En marzo? Pensé. Más personas me dijeron que todos los bazares, restaurantes y colmados chinos habían cerrado. Me costó creerlo y cuando volvía a casa con intención de comer en el asiático de enfrente me encontré que estaba cerrado. Pero este sin cartel.

Oliverio