Ya no había esperanza. Había decidido terminar.
Así que se vistió con elegancia, tras arreglarse como si fuera a la mejor cita, y cogió el descapotable. Era inseguro pero ya daba lo mismo.
Al principio fue esquivando los que estaban aislados y deambulanban más cerca de su refugio. Se dirigió hacia el centro de la ciudad. Se inmolaría pero sobre un gran grupo.
Decidió coger la gran avenida norte sur que atravesaba su amada ciudad. Al llegar a cierta zona ya era imposible circular sin llevárselos por delante así que optó por acelerar a tope y atropellar a todos los que pudiera.
En el último momento le dio por reirse y gritó con el coche ya sin control:
"Funcionarios, hijos de puta".
Karma Sánchez.
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