Por motivos que no vienen al caso hace unos días pasé toda la noche en urgencias de un hospital público acompañando a un familiar. Era una zona de atención previa al alta o al ingreso hospitalario. Había unas 10 camas y solo cinco estaban ocupadas. Entre las camas unas ligeras cortinas hacían de biombo de separación y al lado de cada cama había una sillita para un acompañante.
Una madre acompañaba a una adolescente y cuatro hombres acompañábamos al resto de ancianos pacientes.
Oliverio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario