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- Ya pero tu con esa máquina te puedes cortar el pelo.
- ...
- Coges y te la pasas desde la frente hasta el culo y ya está.
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- ¿Pero entonces quiere tu mujer?
- ...
- ¿Y las bolas también?
- ...
- Yo lo hice una vez y no veas.
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- Se le ocurrió a mi mujer. Hacerlo fue fácil pero no veas después como picaba.
- ...
- Parecía un mono. Todo el día rascándome.
- ...
- ¿Así que siempre lo haces?
Cuando me bajé del vagón me fije y el alto era español, el bajito pelón parecía sudamericano. Al final me quedé con ganas de saber cómo se las apañaba para que no le picara el rapado total. Bueno, yo y todo el vagón nos quedamos con la misma duda por las voces que daba el que necesitaba ir al peluquero.
Oliverio.
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