Ya había visto esa costumbre en una ciudad de la periferia de Madrid, en el túnel de acceso a esa ciudad cuando pasas por debajo de las vías del tren. No sé cuál es el origen de estas amonestaciones de extrarradio, pues he visto nombres de todo tipo, desde David a Mailaif.
No sé si me enteraré alguna vez.
Desconfianza.
Las zapatillas de estar por la calle se habían roto por la planta y ayer decidí comprarme unas nuevas antes de causarme algún perjuicio. La zapatería que elegí tenía un modelo gris muy discreto en el escaparate y decidí entrar.
No había nada más que otra clienta y estaban atendiendo lo que parecía una madre, con su hijo y su hija. El chaval joven salió conmigo al escaparate y entró en la trastienda para traerme el modelo. Me quité la zapatilla derecha y esperé sentado. Uno tras otro todos los modelos que yo elegía estaban agotados, mi pie es muy habitual y ya estaban de rebajas.
Al final elegí un modelo que no me convencía mucho pero el chico me dijo que eran muy cómodas, que eran las que él llevaba y le estaban dando muy buen resultado. Para mis adentros pensé que era todo mentira y sobre todo estuve a punto de decirle ¿Por qué llevas entonces chanclas puestas?. Frases hechas de vendedor.
El precio me sorprendió mucho, pues estaban a mitad de precio de las otras. Las metió en la caja y cuando la madre desde la caja le preguntó el modelo que me llevaba le dijo. "Las que llevo yo".
Me quedé pensativo mientras me devolvía el resto del billete de 20.
Oliverio.
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