Eran profesores, ya sabemos que un profesor lo mismo explica Matemáticas que Latín, que te cuida el patio durante el recreo que se aprende el funcionamiento de un nuevo programa informático sin que le den clases ¿qué les iba a costar disfrazarse?.
Eran esos mismo profesores que habían agredido a los peregrinos, habían arrojado productos de látex a las pobres niñas, y todas las maldades que se les pueda ocurrir en esa enfermiza mente suya (alguien que termina una carrera y decide trabajar para el estado debe estar loco). Esos mismos profesores que de paso desfogaban su odio hacia esas tiernas criaturitas con la mayor saña del mundo.
Esos mismos profesores querían causar el bochorno internacional. Todo desde el rencor.
Espelanza Aguirre.
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