Por diferentes causas llevaba varios días retrasando ir a la biblioteca a sacar un libro. Al fin lo hice la mañana del viernes a primera hora. El libro que iba a sacar no es conocido, yo no me sé el nombre del autor, y le dije a la blibliotecaria si no le importaba consultar su ordendor para ver si estaba en sus fondos y apuntar el nombre de paso.
- Está prestado. Si quiere se lo podemos guardar.
Y: Bien, pero depende de cuando lo tengan que devolver.
- Lo sacaron tal día.
Y: Eso fue ayer. Vaya por dios.
- Pues lo sacaron justo antes de cerrar. A las 20:30 de la tarde.
Ya dice el refrán: "Más vale llegar a tiempo que rondar un año".
Oliverio.
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