Se movían con esos espasmos que da la juventud. Iban vestidos de forma deportiva pero uno iba mostrando su cuerpo y el otro lo iba tapando. Estaban riéndose y hablando, el que iba en pantalón corto y camiseta de tirantes estaba tomando una cola y llevaba unos auriculares que se puso a compartir con el amigo. Al agitar las cabezas estuvieron a punto de darse porque cada uno tenía un lado de los mismos.
Volvieron a separarse y mientras terminaba de beberse la lata el que llevaba pantalón corto se retocó el tupe elevado frente al escaparate. Se volvió hacia su compañero le dijo algo y se subió la camiseta para verse los abdominales en el cristal de la puerta de un coche aparcado, se contempló tranquilo mientras su amigo que llevaba pantalón de chándal y camiseta hacía lo mismo en la luna de la puerta de atrás pero con la duración de un rayo.
Desde mi punto de vista estaba delgado, supongo que sufrirá pensando que está gordo.
Oliverio.
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