M: ¡Ay, guapa! Que alegría verte, porque llevábamos una temporada larga sin salir juntas.
Y: Pues es cierto. Vámonos a la Gran Vía al Primark a la carrera. Que hay que comprarse unos pijamas o unos calcetines como todo el mundo.
M: Ja,ja,ja,ja. Que cosas tienes. Pues me parece muy bien y nos tomamos algo por allí cerca.
Y: Divino. Y...
M: Si estoy leyendo. Unos de Dickens que se llama "Casa desolada".
Y: ¡Virgen, qué ladrillo! Seguro que va sobre la burbuja inmobiliaria.
M: Eres la monda. Pues no, va de las autonomías, de Cataluña y España.
Y: No me hables, no me hables. ¿Y qué opinas?
M: Pues que todo es un engaño y que en el fondo pertenecemos a las corporaciones. Es como si nuestro país fuera la Volkswagen.
Y: Si se puede elegir quiero pertenecer a una empresa de cirugías o de maquillajes. Todas guapas.
M: Oye, muy bien pensado. Venga, a la calle.
Oliverio.
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