Powered By Blogger

martes, 6 de septiembre de 2016

Clase práctica.

Iba camino del metro por la tarde a la hora de la siesta y alcancé andando a una madre con dos niñas pequeñas. El calor era agobiante pero al cruzar una esquina la sensación de calor fue todavía más intensa. Un golpe de aire seco nos hizo sentir que la naturaleza pone sus propios límites. La madre dijo a las niñas.
- Parece que estamos atravesando el desierto.
La más pequeña de las dos preguntó:
- ¿Qué es un desierto?
Sobrepasé al grupo mientras la madre hablaba de las arenas, de la lluvia, de los camellos, de lo que podía entender la niña pequeña.
Yo iba camino del oasis del metro con su aire acondicionado.


Oliverio.

No hay comentarios: