Ramón María, Baldomero, Francisco y Leopoldo.
Reflexiones personales sobre la actualidad. Frases de películas, citas de libros y alguna anécdota.
martes, 31 de enero de 2017
Vamos con retraso.
En España tenemos ahora los políticos que debimos tener en el XIX porque ocuparon su lugar militares.
lunes, 30 de enero de 2017
Loca juventud.
La velocidad a la que están desapareciendo los personajes de la Movida y los coetáneos dice muy poco de la calidad de alcoholes y drogas de la España de los 80.
Norma Normal.
domingo, 29 de enero de 2017
Realidad no virtual.
Los códigos de barras en tinta se van a convertir en barras metálicas en las fronteras.
Laureano Figuerola.
sábado, 28 de enero de 2017
Civismo.
Los españoles somos perfectos esperando en las colas de las franquicias y los hipermercados para pagar.
Divino Impaciente.
viernes, 27 de enero de 2017
Dirección y sentido.
Los estados y políticos europeos insisten que su mira está en el norte escandinavo pero sus hechos están en el centro africano.
Necao II.
jueves, 26 de enero de 2017
Cuestión de precio.
Los administradores de las fincas hacen que los problemas sean los mismos pero pagando más.
Juan Cuesta.
miércoles, 25 de enero de 2017
Peticiones del oyente. El muro.
L: Buenas tardes. En antena para vosotros radiando lo que os guste. Siguiente petición. Adelante.
O: Buenas tardes. ¿Cómo estáis? Gracias por darme paso. Quiero que pongáis un tema.
L: Pues para eso te sacamos a antena. Dinos.
O: Uno de Pink Floyd. No es famoso. Es el ultimo corte de un disco suyo.
L: Venga dime. Seguro que lo tenemos si es de ellos.
O: Pues es de The Wall "Outside the wall".
L: Ya te veo. Pues es muy flojo musicalmente comparado con otros. Prefiero "Comfortably numb" al que propones.
O: Ya pero se lo dedico a Trump.
L: Estaba cantado. Gracias. Que tengas buena tarde.
O: Gracias a vosotros. Y estás desconocido.
L: No me tientes. Gracias.
O: Buenas tardes. ¿Cómo estáis? Gracias por darme paso. Quiero que pongáis un tema.
L: Pues para eso te sacamos a antena. Dinos.
O: Uno de Pink Floyd. No es famoso. Es el ultimo corte de un disco suyo.
L: Venga dime. Seguro que lo tenemos si es de ellos.
O: Pues es de The Wall "Outside the wall".
L: Ya te veo. Pues es muy flojo musicalmente comparado con otros. Prefiero "Comfortably numb" al que propones.
O: Ya pero se lo dedico a Trump.
L: Estaba cantado. Gracias. Que tengas buena tarde.
O: Gracias a vosotros. Y estás desconocido.
L: No me tientes. Gracias.
Oliverio.
martes, 24 de enero de 2017
Celeridad.
De los sitios que más deprisa salen los españoles es de marcha y del hospital.
Rodolfo Vilches.
lunes, 23 de enero de 2017
En la distancia.
Desde la silla del consejo de administración es cómodo hablar de retrasar la edad de jubilación.
Capitán Araña.
domingo, 22 de enero de 2017
Lenguaje que se pierde.
Para entender el arte europeo anterior al siglo XX se necesita ser cristiano viejo.
Fernando de Rojas.
sábado, 21 de enero de 2017
El tiempo.
Antes el tiempo duraba la subida de un ascensor ahora la mitad de las noticias.
Joseph Fourier.
viernes, 20 de enero de 2017
Club de lectura. Jura.
(Suena un teléono)
M: Si...
Y: Hola, guapa.
M:¡Ay, que alegría! Cuéntame como te fue en el pase.
Y: Divinamente y llamaba para contártelo todo. Pero todo, todo.
M: Genial, empieza.
Y: No.
M: ¿Cómo? ¡Ah, claro...! Ja,ja,ja. Estoy leyendo algo que va para mucho rato. Se llama "Un mal principio" y es de una colección que en bloque se llama "Una serie de eventos desafortunados". Me gusta mas el nombre sudamericano porque están más cerca del protagonista. Trata sobre Trump y la que nos espera.
Y: Eres una agorera. Nunca se sabe.
M: Concedo. Pero creo que en esta vida hay que tener buenos principios.
M: Si...
Y: Hola, guapa.
M:¡Ay, que alegría! Cuéntame como te fue en el pase.
Y: Divinamente y llamaba para contártelo todo. Pero todo, todo.
M: Genial, empieza.
Y: No.
M: ¿Cómo? ¡Ah, claro...! Ja,ja,ja. Estoy leyendo algo que va para mucho rato. Se llama "Un mal principio" y es de una colección que en bloque se llama "Una serie de eventos desafortunados". Me gusta mas el nombre sudamericano porque están más cerca del protagonista. Trata sobre Trump y la que nos espera.
Y: Eres una agorera. Nunca se sabe.
M: Concedo. Pero creo que en esta vida hay que tener buenos principios.
Oliverio.
jueves, 19 de enero de 2017
A vueltas con el Yak.
En España solemos hablar mucho más de cómo solucionar un destrozo que de cómo prevenirlo.
Nectanebo II.
miércoles, 18 de enero de 2017
Oír, ver y...
Los soldados, profesores y maestros se parecen en que reciben órdenes y les dicen qué tienen que hacer gente que nunca pisará el campo de batalla.
Suvarnadeva
martes, 17 de enero de 2017
Malos presentimientos.
Cada vez que hay una fiesta entre los humanos los animales tiemblan.
San Antón.
lunes, 16 de enero de 2017
Diferenciación por sexos.
Los autobuses a primeras horas de la madrugada están tomados por las mujeres.
Ratones y lagartijas.
domingo, 15 de enero de 2017
sábado, 14 de enero de 2017
viernes, 13 de enero de 2017
Mi vida en modo friki. Trece. Gafas.
Cada vez que veo una película de terror pienso que al coprotagonista le hubiera ido mejor si se hubiera operado la vista. Creo que las financian los oftalmólogos. Y los guiones los cogen en los contenedores de papel.
Oliverio.
jueves, 12 de enero de 2017
miércoles, 11 de enero de 2017
En la peluquería. Tolerancia.
He ido a cortarme el pelo a una peluquería del barrio donde trabajo. Me corría prisa y pensaba que no habría nadie. Me he equivocado pero bueno...
Los dos peluqueros son musulmanes (ha habido un momento que en la radio sonaba la llamada a la oración, creo yo, mientras en la tele se podía ver un programa de un canal temático americano sobre unos que estaban en un bosque buscando algo, o eso parecía). Los dos clientes sentados en los sillones eran rumanos. Y los dos clientes que esperábamos parecíamos españoles y no abríamos la boca.
De los peluqueros (a los que ya conozco) el joven y alto no para de hablar, el que parece un poco mayor que su compañero es circunspecto y silencioso. La conversación no ha tenido desperdicio.
Al principio hablaban de los gais, he llegado con la conversación iniciada. En un arranque de tolerancia no tenían nada en contra pero como todos los que hablaban estaban convencidos de que la gente se hace gay y por eso era mejor no estar en contacto con ellos. Yo escuchaba mientras contestaba mensajes en el teléfono. El peluquero conocía el caso de un amigo que tenía un amigo, risas de todos los presentes cuando han insinuado si era muy amigo de él, que casado y con hijos se había hecho gay con 27 años. Les parecía inconcebible. El peluquero charlatán llevaba la voz contante y señalaba que un día delante de la peluquería dos chicos y una chica estuvieron hablando un buen rato, que cuando se marchó la chica le dieron un beso pero que ellos siguieron un buen rato y que cuando se separaron el beso se hacía eterno. Que no entendía a aquellos, que la chica estaba bien pero ellos eran gais y no entendía por qué no la preferían. Y le parecía mal que se estuvieran besando porque podía pasar por allí una madre con sus niños o un chaval. Y eso estaba mal. Al que le estaban haciendo el peinado más elaborado comentaba que el había trabajado en Chueca. Risas de los tertulianos porque no había especificado en qué. Y aclaró que entraba a las 5 de la mañana con sus compañeros y que por allí estaban besándose tan tranquilos. También añadió que entró en unos estilistas y le cobraron 40 euros por un corte de pelo.
El peluquero silencioso terminó con su cliente. Que pagó y salió fuera a fumar supuse que esperando al joven. La puerta del negocio cerraba bastante mal. Mientras el peluquero dicharachero seguía con el peinado del joven que llevaba partes con dibujos a base de navaja. Era muy elaborado. Y saltaron al tema de las peluquerías. El rumano decía que las mujeres en España cortaban el pelo fatal y estaban convencidas de que lo hacían muy bien. Pero que los tíos no se dan cuenta hasta que están fuera, que no había color que los peluqueros en Rumanía eran fantásticos. En una jugada de mercado penosa el peluquero dijo que había oído que eran muy malos allí. El hombre joven rumano le llevó la contraria de manera comedida. El peluquero siguió diciendo que si le tocaba la lotería iba a poner un salón sensacional (con el compañero delante y sin incluirle), el cliente le preguntó si iba a contratar mujeres y el artista le vino a decir más o menos que de ninguna manera o iba a acabar liándose con ella, porque claro allí todo el día era casi inevitable. El pelo del cliente de punta en la parte de arriba, en flecha hacia la nuca, con todos los laterales al uno y con dibujos geométricos. Seguían de conversación cuando su compañero despachó al señor mayor y le cobró.
Antes de acabar con el segundo llegó otro cliente que no podía cerrar la puerta de la calle y parecía conocer al señor mayor y a los peluqueros. El peluquero locuaz había accionado para poder cerrar la puerta, pues estaba al lado y entraba fresco de la calle. El nuevo había pedido que dejaran guapo al señor mayor, lo que ha puesto una sonrisa al cliente y al peluquero silencioso. Ha llegado un chico joven que ha preguntado si le podían cortar el pelo, el reloj ya estaba más cerca de las dos que de la media, pero le han dicho que se pasara. La puerta no cerraba. Y para remate ha entrado el amigo del rumano que estaba fuera. El peluquero al final para sujetar la puerta ha dejado parte de la bandera española que estaba encima de la puerta acristalada fuera para que la puerta se quedara bloqueada. He tenido que sofocar las carcajadas.
El peluquero callado ha terminado y cobrado al segundo señor y me ha pedido que me sentara. Mientras el otro peluquero parecía que había terminado pero le ha pedido al cliente que subiera una foto del peinado a Instagram. El cliente ha reconocido que tenía cuenta pero que no sabía muy bien como funcionaba pero el interesado en exhibir su obra ha cogido el teléfono y se ha puesto a maniobrar para hacerlo. Le ha comentado el cliente que el peluquero tenía pocos seguidores, ante lo que el orgulloso peinador le ha respondido que llevaba poco tiempo en la aplicación, el conocido que esperaba ha argumentado que no pusiera excusas que a él no le quería ni dios. El cliente ha enseñado la foto de su hijo al personal y se ha levantado todo repeinado.
A mi ya me estaba cobrado el otro peluquero. Mientras recogía mi abrigo el del pelo complejo ha pedido que le cobraran 6 euros a lo que el peluquero silencioso le ha dicho que cuando trajera el carné de jubilado. El amigo del peinado digno de instagram, con nombre de peluquería y autor, había salido antes y estaba fuera. Cuando he salido me ha dicho que la puerta cerraba mal. Le he dado las gracias y he cerrado la puerta por fuera, sin pillar la bandera. Si le doy charleta seguro que se enrolla, que se le veía con ganas de hablar.
Me he marchado hacia el restaurante a comer a toda carrera con una sonrisa en la cara y pensando que parece que en todos los trabajos se fuma.
He comprobado las horas de la oración del día de hoy y efectivamente era la llamada a la oración.
Los dos peluqueros son musulmanes (ha habido un momento que en la radio sonaba la llamada a la oración, creo yo, mientras en la tele se podía ver un programa de un canal temático americano sobre unos que estaban en un bosque buscando algo, o eso parecía). Los dos clientes sentados en los sillones eran rumanos. Y los dos clientes que esperábamos parecíamos españoles y no abríamos la boca.
De los peluqueros (a los que ya conozco) el joven y alto no para de hablar, el que parece un poco mayor que su compañero es circunspecto y silencioso. La conversación no ha tenido desperdicio.
Al principio hablaban de los gais, he llegado con la conversación iniciada. En un arranque de tolerancia no tenían nada en contra pero como todos los que hablaban estaban convencidos de que la gente se hace gay y por eso era mejor no estar en contacto con ellos. Yo escuchaba mientras contestaba mensajes en el teléfono. El peluquero conocía el caso de un amigo que tenía un amigo, risas de todos los presentes cuando han insinuado si era muy amigo de él, que casado y con hijos se había hecho gay con 27 años. Les parecía inconcebible. El peluquero charlatán llevaba la voz contante y señalaba que un día delante de la peluquería dos chicos y una chica estuvieron hablando un buen rato, que cuando se marchó la chica le dieron un beso pero que ellos siguieron un buen rato y que cuando se separaron el beso se hacía eterno. Que no entendía a aquellos, que la chica estaba bien pero ellos eran gais y no entendía por qué no la preferían. Y le parecía mal que se estuvieran besando porque podía pasar por allí una madre con sus niños o un chaval. Y eso estaba mal. Al que le estaban haciendo el peinado más elaborado comentaba que el había trabajado en Chueca. Risas de los tertulianos porque no había especificado en qué. Y aclaró que entraba a las 5 de la mañana con sus compañeros y que por allí estaban besándose tan tranquilos. También añadió que entró en unos estilistas y le cobraron 40 euros por un corte de pelo.
El peluquero silencioso terminó con su cliente. Que pagó y salió fuera a fumar supuse que esperando al joven. La puerta del negocio cerraba bastante mal. Mientras el peluquero dicharachero seguía con el peinado del joven que llevaba partes con dibujos a base de navaja. Era muy elaborado. Y saltaron al tema de las peluquerías. El rumano decía que las mujeres en España cortaban el pelo fatal y estaban convencidas de que lo hacían muy bien. Pero que los tíos no se dan cuenta hasta que están fuera, que no había color que los peluqueros en Rumanía eran fantásticos. En una jugada de mercado penosa el peluquero dijo que había oído que eran muy malos allí. El hombre joven rumano le llevó la contraria de manera comedida. El peluquero siguió diciendo que si le tocaba la lotería iba a poner un salón sensacional (con el compañero delante y sin incluirle), el cliente le preguntó si iba a contratar mujeres y el artista le vino a decir más o menos que de ninguna manera o iba a acabar liándose con ella, porque claro allí todo el día era casi inevitable. El pelo del cliente de punta en la parte de arriba, en flecha hacia la nuca, con todos los laterales al uno y con dibujos geométricos. Seguían de conversación cuando su compañero despachó al señor mayor y le cobró.
Antes de acabar con el segundo llegó otro cliente que no podía cerrar la puerta de la calle y parecía conocer al señor mayor y a los peluqueros. El peluquero locuaz había accionado para poder cerrar la puerta, pues estaba al lado y entraba fresco de la calle. El nuevo había pedido que dejaran guapo al señor mayor, lo que ha puesto una sonrisa al cliente y al peluquero silencioso. Ha llegado un chico joven que ha preguntado si le podían cortar el pelo, el reloj ya estaba más cerca de las dos que de la media, pero le han dicho que se pasara. La puerta no cerraba. Y para remate ha entrado el amigo del rumano que estaba fuera. El peluquero al final para sujetar la puerta ha dejado parte de la bandera española que estaba encima de la puerta acristalada fuera para que la puerta se quedara bloqueada. He tenido que sofocar las carcajadas.
El peluquero callado ha terminado y cobrado al segundo señor y me ha pedido que me sentara. Mientras el otro peluquero parecía que había terminado pero le ha pedido al cliente que subiera una foto del peinado a Instagram. El cliente ha reconocido que tenía cuenta pero que no sabía muy bien como funcionaba pero el interesado en exhibir su obra ha cogido el teléfono y se ha puesto a maniobrar para hacerlo. Le ha comentado el cliente que el peluquero tenía pocos seguidores, ante lo que el orgulloso peinador le ha respondido que llevaba poco tiempo en la aplicación, el conocido que esperaba ha argumentado que no pusiera excusas que a él no le quería ni dios. El cliente ha enseñado la foto de su hijo al personal y se ha levantado todo repeinado.
A mi ya me estaba cobrado el otro peluquero. Mientras recogía mi abrigo el del pelo complejo ha pedido que le cobraran 6 euros a lo que el peluquero silencioso le ha dicho que cuando trajera el carné de jubilado. El amigo del peinado digno de instagram, con nombre de peluquería y autor, había salido antes y estaba fuera. Cuando he salido me ha dicho que la puerta cerraba mal. Le he dado las gracias y he cerrado la puerta por fuera, sin pillar la bandera. Si le doy charleta seguro que se enrolla, que se le veía con ganas de hablar.
Me he marchado hacia el restaurante a comer a toda carrera con una sonrisa en la cara y pensando que parece que en todos los trabajos se fuma.
Oliverio.
He comprobado las horas de la oración del día de hoy y efectivamente era la llamada a la oración.
martes, 10 de enero de 2017
lunes, 9 de enero de 2017
domingo, 8 de enero de 2017
Historia en los diarios.
En política adjudican unos padres a las naciones que a veces dan ganas de pedir la prueba de paternidad.
Edipo.
sábado, 7 de enero de 2017
Asignaturas en el telediario.
La geografía para las guerras y las matemáticas para los muertos y los refugiados.
Julio César.
viernes, 6 de enero de 2017
Trabajo infantil y Loterías.
En España el Niño acaba recogiendo lo que deja el Gordo.
El escarabajo azul.
jueves, 5 de enero de 2017
miércoles, 4 de enero de 2017
Cargos públicos en desgracia.
Los políticos son amigos y dignos de defender mientras tienen clientes que les apoyan.
Quinto Tulio Cicerón.
martes, 3 de enero de 2017
Frente al destino.
El maestro Juan Martínez que estaba allí.
"La guerra nos cogía de nuevas, y hacíamos muchos aspavientos. Después aprendimos a afrontar las cosas con más decencia".
"La guerra nos cogía de nuevas, y hacíamos muchos aspavientos. Después aprendimos a afrontar las cosas con más decencia".
Manuel Chaves Nogales.
He dudado tanto que no puedo resistirme a poner otra:
"Total, que nos equivocamos una vez más".
lunes, 2 de enero de 2017
No tiene mérito.
Compararse con mezquinos nos puede satisfacer pero nos acerca a su nivel.
Rumpelstiltskin
domingo, 1 de enero de 2017
La mejor noche.
La noche del 31 y todas sus secuelas hacen que la noche del día 1 de Enero sea la noche más tranquila y perfecta para conciliar el sueño.
El día 1 por la mañana la gente va por la calle como los extras de una película de zombis y todo el resto del día hay un ambiente pausado y silencioso. Por eso me extrañaba tanto el ruido que hacían unos niños riéndose en el último vagón del metro volviendo a casa. Ya era un poco tarde para esa noche, pasadas las diez y volvíamos muy pocos. Al final dejé de leer el libro y miré para atrás a ver que les hacía tanta gracia a los niños.
El padre estaba haciendo el payaso con ganas. Hacía como si fuera un ninja mientras adoptaba poses de lucha y daba golpes de películas de artes marciales con las manos. Era un señor con barba de cuarenta años con un sobrepeso clamoroso que le permitía ir en manga corta con el frío que hacía.
Y de pronto el señor se puso a hacer un baile de barra americana al amigo para regocijo de los críos y mujeres de ambos. Subía y bajaba su corpachón acercándose al amigo que estaba totalmente pegado a la pared del vagón. El bailarín tenía una flexibilidad asombrosa y parecía saberse los movimientos o al menos lo hacía con tal descaro que nos dejó engañados a todos, se daba la vuelta, subía y bajaba su cuerpo pegado al del otro señor, echaba la cabeza hacia atrás mientras canturreaba, increíble.
Pensé que si alguien captaba las imágenes y las subía a las redes sociales se iba a hacer viral sin lugar a dudas.
Las mujeres y niños se partían de risa. Puede que conocieran el número. El amigo estaba un poco azarado de ser el protagonista involuntario del show. Llegaron a su estación, se puso el abrigo y se bajaron camino de la noche, el frío y el anonimato como si no pasara nada. Volvió a centrarse en hacer el payaso con los niños.
Yo creo que perdí una oportunidad de incluir un vídeo en el blog.
Oliverio.
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