Iba el niño cantando un villancico "Hacia Belén va una burra.." Todavía no llovía pero ya amenazaba el diluvio, como así fue luego. El padre llevaba las escaleras portátiles camino del metro con su hijo. El pequeño era indiferente a la cara de resignación del padre, los ojos le rebosaban de esperanza. Verle era una píldora de alegría.
Oliverio.
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